viernes, 13 de julio de 2012

Aparezco en la terraza, tímido siempre,
eterno loco, con miedos, pero nunca cobarde; 
pero siempre valiente, como cazador
enfundado en mi traje gris viejo,
encuadrado; la corbata aprieta.
Gardel canta sobre sus últimos días,
en un túnel gris y verde
bajo algún andén
de nuestra estación favorita.

A media luz veo tu figura,
delgada, decadente y virtuosa;
tú y tu vestido de flores verdes y claras,
como nacida de un poema de Lorca,
tu vestido y tú, siempre embriagadora.
Coges mi mano y prometes dejarlo;
por mucho tiempo me susurraste
en un idioma que no entendía;
y es que el hielo se consumió,
atormentado por el divorcio
entre el café y el whiskey.

Hablamos, giras el gesto, y se enciende la noche.
Mientras las farolas y puentes
nos saludan y observan; los molinos
y las avenidas de la noble ciudad
nos saludan y cantan
dulces y lentas nanas,
baladas nocturnas suaves y eternas.
Me repites otra vez
que prefieres al perro artista,
que hace poemas para ti,
antes que al científico aristócrata
que construye máquinas y puentes
en diabólico e insensible metal.

Robemos ese azucarado licor,
volvamos a leer ese viejo libro,
naveguemos río abajo hasta ese secreto lugar,
huyamos lejos de coberturas y empresas,
pensiones, seguros y otras muertes tortuosas;
lo haré contigo, sólo contigo,
aunque mi cabeza acabe explotando 
entre fósforos candentes y llamas,
y mi cráneo sea sepultado bajo el polvo
dentro de un reino de olvido,
que sea así, amén,
si es junto a tu risa y tu exclamación,
junto a tu tren, tu mesilla de noche
y tu tocadiscos.

martes, 10 de julio de 2012

Poemas trágicos cortos.

1.
Cómo penetran en el mar
jadeos y cavilaciones,
cómo tañen las hojas
carmesíes en lamentos.
Entrechocan sus respiraciones,
que se acortan y alargan sin demora.


2.
Lograr sin quererlo
que tus pupilas vuelvan
a tierna sangre emanar.
Procuraré cuidarme de ello,
pues tergiversas lo real
en un pestañeo de nácar.

martes, 3 de julio de 2012

Haikus I

Traje gris de rayas,
sonrisa de arrugas
mientras consume su cigarro.

Camina lento sin prisa
paso a paso
viviendo el día.

Se ríe de lo terreno,
y sus enemigos
le quieren asesinar.

Tiene los pies rotos
por andar siempre
en una cuerda floja.