viernes, 28 de septiembre de 2012

Haikus 2

Tu triste panacea
consiste sencillamente
en pensar que te necesito.

Las canas pesan demasiado
para el hombre
que se declara escéptico.

El jilguero que vive solo
muere de pena
en un cielo como éste.

Pequeña, cuida hoy
de tu jardín, pues
pronto será decrépito y desolado.

Se acumulan canas
y cicatrices pendientes
en el corazón del romántico.

lunes, 13 de agosto de 2012

El dorado bourbon
llega sutil a su boca,
mientras las férreas farolas
irradian de impenetrable nostalgia
el cielo de la ciudad
del humo que susurra:
1931; el Cielo, herencia de los mendigos.
La estival victoria
fenece y revive vez tras vez.
Y la lluvia cae sublime
e inexorable sobre sus cuerpos,
ávidos, rojos pero agotados,
bajo el cielo de la ciudad
y el humo que susurra.
El granizo se divisa
caído, inerte sobre las tejas
formando bucólicos parajes,
pintados sobre un claroscuro urbano.
Los pacientes amantes
pastan en ellos,
quemando a fuego lento
trastornos y dolores profundos.
Y la lluvia cae sublime
e inexorable sobre sus cuerpos,
ávidos, rojos, pero agotados.
Mientras las encinas envidiosas
los observan y analizan,
científicas, sin perder detalle
de los inocentes y pacientes,
que inscriben sus latidos
en una vieja enciclopedia
con tapas duras carmesíes
resistentes a los túmulos
y cementerios del tiempo.
Y el humo de la ciudad
susurra honesto otra vez:
1931; el Cielo, herencia de los mendigos.

viernes, 13 de julio de 2012

Aparezco en la terraza, tímido siempre,
eterno loco, con miedos, pero nunca cobarde; 
pero siempre valiente, como cazador
enfundado en mi traje gris viejo,
encuadrado; la corbata aprieta.
Gardel canta sobre sus últimos días,
en un túnel gris y verde
bajo algún andén
de nuestra estación favorita.

A media luz veo tu figura,
delgada, decadente y virtuosa;
tú y tu vestido de flores verdes y claras,
como nacida de un poema de Lorca,
tu vestido y tú, siempre embriagadora.
Coges mi mano y prometes dejarlo;
por mucho tiempo me susurraste
en un idioma que no entendía;
y es que el hielo se consumió,
atormentado por el divorcio
entre el café y el whiskey.

Hablamos, giras el gesto, y se enciende la noche.
Mientras las farolas y puentes
nos saludan y observan; los molinos
y las avenidas de la noble ciudad
nos saludan y cantan
dulces y lentas nanas,
baladas nocturnas suaves y eternas.
Me repites otra vez
que prefieres al perro artista,
que hace poemas para ti,
antes que al científico aristócrata
que construye máquinas y puentes
en diabólico e insensible metal.

Robemos ese azucarado licor,
volvamos a leer ese viejo libro,
naveguemos río abajo hasta ese secreto lugar,
huyamos lejos de coberturas y empresas,
pensiones, seguros y otras muertes tortuosas;
lo haré contigo, sólo contigo,
aunque mi cabeza acabe explotando 
entre fósforos candentes y llamas,
y mi cráneo sea sepultado bajo el polvo
dentro de un reino de olvido,
que sea así, amén,
si es junto a tu risa y tu exclamación,
junto a tu tren, tu mesilla de noche
y tu tocadiscos.

martes, 10 de julio de 2012

Poemas trágicos cortos.

1.
Cómo penetran en el mar
jadeos y cavilaciones,
cómo tañen las hojas
carmesíes en lamentos.
Entrechocan sus respiraciones,
que se acortan y alargan sin demora.


2.
Lograr sin quererlo
que tus pupilas vuelvan
a tierna sangre emanar.
Procuraré cuidarme de ello,
pues tergiversas lo real
en un pestañeo de nácar.

martes, 3 de julio de 2012

Haikus I

Traje gris de rayas,
sonrisa de arrugas
mientras consume su cigarro.

Camina lento sin prisa
paso a paso
viviendo el día.

Se ríe de lo terreno,
y sus enemigos
le quieren asesinar.

Tiene los pies rotos
por andar siempre
en una cuerda floja.

jueves, 14 de junio de 2012

Recuerdas y no olvidas
con tus grandes y fijas pupilas,
oscuras y temerosas
me acobardan la boca y la garganta.

No callas, hasta que respiras,
suspiras por otros dos siglos más
de sueños, farsas y verdades,
y me vuelves a acobardar.

Maldita colcha que me envuelve
en el claroscuro del sentir,
se vuelve mi corazón a reír
del nocturno verde.

Los miedos asesinados
caen como una avalancha
insufribles, bendecidos y exasperados,
así como deberían ser.

Y me dejan libre de grilletes
y por conquistar el llanto,
donde mi boca ya no miente,
sólo pronuncia el frenético canto.

El profundo y dolorido
suspiro, canto del caído
que vive absorto en sus crímenes
dibujados en estampas sucias.

Disecciona el secreto
en un oscuro tesoro,
pinta el manchado bosquejo
de lo real, un espectro.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Lávate las manos,
lávalas una y otra vez,
hasta que tus pecados
parezcan geranios sanos
y ya nada más puedas hacer
que en tu fango autocomplacerte.

Y que el extraño y barbado rabino
me cuente sus ideas
mientras bebe como un poseso el vino
que le dio la vieja librera
en el Aqueronte, cínico río
que dibujaba la noche eterna.

Ofensas y acertijos
que no puede descifrar
tu ingrato hijo,
bañados en sangre y avena,
por caminos perdidos
y en noches de afilados espinos.

Así que por lo que vi
decidí con mi maleta huir,
atravesé el Tigris, atravesé el Nilo,
todo por llegar al tierno nido
siguiendo de un infante colibrí
el asonante y limpio trino.

Y yo vuelvo a pensar
como pensé antaño,
no puedo de otra forma actuar,
y clamo a Ofelia en mis tristes años
para que me pueda guiar
a los campos Elíseos con sus manos.

domingo, 25 de marzo de 2012

Soneto III.

El nuevo azul y añil
en un gran chorro se encarama
pues se esconde entre sábanas
desde el cielo hasta aquí.

Susurra, entona y canta
nuevos versos para mí,
canta la primera vez que te vi
y cómo tu suave flor me abraza.

Cuando muestra tu realidad desnuda
pura, eterna, recalcitrante
en mis ojos y manos me acusa.

Y otra vez, igual que antes
desde que habitamos nuestra cuna
me abrazas tú, mi dulce amante.

martes, 20 de marzo de 2012

Ansío ver cómo tus demiurgas manos
van creando mi vida,
pequeñas, suaves, como jarrones cuidados.

Ansío ver traspasar con ellas
mi anciano costado hasta llegar
a la fosa común de los sentimientos.

Sentir cómo con gestos e ideas
por ti dibujadas a carboncillo
me arrancas los labios a tiras.

Sentir como tu falda a media asta
ondea al suave blues
que bailamos con las miradas.

Y respirar los invernales vahos
recogiendo con una cuchara oxidada
las foliáceas excusas que volaron
y se quebraron en nuestro otoño.

domingo, 11 de marzo de 2012

Maldito calor que asola,
que me hiela los nervios,
que congela góticas rosas.
Me partes, me destruyes.
Me consumes, me carcomes,
quiebras mis costillas,
infectas mi trémula lágrima.

lunes, 5 de marzo de 2012

Retumba el ritmo en su plumado pecho
mientras se evaporan los sollozos del lecho
de los jilgueros melancólicos y apasionados
entre las espigas y corazones cercenados.

Clama la paloma por su vals de un paso
del amante un movimiento en falso,
por la dulzura que transformó en candor
el triste frío en corporal calor.

Y así vuelve la paloma a tratar
de un sueño imposible conciliar;
de la blanca y celestial es el sueño
con miedo entre los vapores del frío veleño.

Esta mañana he vuelto
a nuestro lugar secreto visitado
de juventud lleno y replantado
que aún habita en verde repleto,
ese grueso y grave roble
donde jóvenes e inexpertos
estampamos nuestro cuerpos
y esculpimos nuestros nombres,
rodeados del gran canal
de aguas venecianas
que nuestras bocas lavaban
en un largo vals fatal.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Siempre contigo comparto
cuanto poseo en el mundo, hermano
y movería los puntos cardinales
si así tus heridas se curasen.
En oscuros empedrados
por tormentas de rabia mojados
y años ilógicos y rocosos
en lugares húmedos, verdes y boscosos
compartimos las traiciones de ficción
de las saetas envenenadas
que el sinsabor clavó
en las vertebras de tu espalda.

lunes, 13 de febrero de 2012

Oh, Ío, bello candor que desprenden
las espinas de tu corazón
que en sucio sacrificio consiente
al centauro perder la razón
por el famoso fallo consciente
el permitido y apasionado error.

En muchas aguas ignorante busqué
tu melodía de los lirios amarillos
y en cuanto pude los desmenucé
cambiando los años por sauces cristalinos
para otras mil veces recaer
en tus impasibles y furiosos latidos.

Y de gentilhombre disfrazado
vine a ti proponiendo la huida
a lo intrínseco de tus finos brazos
donde se dibuja entera la vida
y mi nuevo universo queda plasmado
en lentas y danzantes caricias.

domingo, 29 de enero de 2012

Se volvieron a romper
los cristales de mi oído
a quebrarse en mil
en celos y sonidos.
Y empezaste a tocar con una mano el arpa
y con la otra el órgano
de antigua madera y desgastado.
Pude escuchar a leguas
el lirismo vital de tus dedos,
aunque me sintiera derrotado
profundo sin inspiración.
Y por eso, mientras sonaba lento
me quedé absorto mirándote;
tú sin saber el profundo secreto
yo completo loco, pero discreto.
Mas hoy te llamo a gritos
desde mi viejo páramo
cuyo horizonte aún no está pintado
en las acuarelas de tus pupilas.
Y mientras espero, imagino tu rostro
plasmado sobre el blanco óleo de la nieve,
brillando por el tragaluz de los siglos
y floreciendo su escarcha entre nuestras manos.

viernes, 20 de enero de 2012

Para poder robarte un fatídico beso...

Para poder robarte un fatídico beso
a flote entre tus cabellos en llanura
mientras tu dorada tez me abruma
soy de tu fuente del rosado vino preso.

Pues dejaría paralítica a mi alma
perpleja ante tu suave figura
y altiva en la rojez que me acusa
en siete mares de pasión y calma.

Es un viaje al místico centro
de tus más recónditos lugares
nacientes de rubíes y perlas escondidas.

Pues es de su acervo el recuerdo
de todo suspiro que yo anhelare
mientras la nocturna sonata acaricias.

sábado, 14 de enero de 2012

De todo ello no me acuerdo...

De todo ello no me acuerdo
de tus llamadas no respondidas
de los ciclos artificiales infinitos
de tus cuatro hijas perdidas
de tus desahogos y alaridos
del maullar de quien pernocta
de tus supuestas luces sagradas
y de mis conocidas sombras
de quien rechaza el nutriente de la vida
de tus colgantes de cruces
de tus teóricos desafíos
no quiera el cielo, yo me abrume
de tus falsos llantos, ríos
del convalidar ilusiones
del sonido de violines en penumbra
del bronce, las sucias pasiones
de tus cantos de gesta que nublan
del líquido oscuro del espíritu
de cuyo frío crédito vives
al olvido yo me abrigo.
De todo ello no me acuerdo.

domingo, 8 de enero de 2012

Asolas con conquistas la tierna luna
que en mucha seda y velloso cuero se tejió,
porque así lo quiso ella, en su cuna
así floreció y entre adornos renació
entre rojeces y luces centelleantes.

Pero piedad no tuviste
cuando clavaste tu garra animal
y como la aristócrata te erigiste
como la cabeza primaveral
que te piensas que eres.

No me conformaría a sobrevivir
a tus inoportunas sensibilidades
ni a tus atonales silencios asistir
ni a tus bajezas bajo llave,
no me conformo con sobrevivir a ti.

Aunque dardos envenenados ahora
en mi triste sien impunemente
apuñalas en incertidumbre asoladora
mientras sonríes piadosamente
no me conformo con sobrevivir a ti.