domingo, 25 de marzo de 2012

Soneto III.

El nuevo azul y añil
en un gran chorro se encarama
pues se esconde entre sábanas
desde el cielo hasta aquí.

Susurra, entona y canta
nuevos versos para mí,
canta la primera vez que te vi
y cómo tu suave flor me abraza.

Cuando muestra tu realidad desnuda
pura, eterna, recalcitrante
en mis ojos y manos me acusa.

Y otra vez, igual que antes
desde que habitamos nuestra cuna
me abrazas tú, mi dulce amante.

martes, 20 de marzo de 2012

Ansío ver cómo tus demiurgas manos
van creando mi vida,
pequeñas, suaves, como jarrones cuidados.

Ansío ver traspasar con ellas
mi anciano costado hasta llegar
a la fosa común de los sentimientos.

Sentir cómo con gestos e ideas
por ti dibujadas a carboncillo
me arrancas los labios a tiras.

Sentir como tu falda a media asta
ondea al suave blues
que bailamos con las miradas.

Y respirar los invernales vahos
recogiendo con una cuchara oxidada
las foliáceas excusas que volaron
y se quebraron en nuestro otoño.

domingo, 11 de marzo de 2012

Maldito calor que asola,
que me hiela los nervios,
que congela góticas rosas.
Me partes, me destruyes.
Me consumes, me carcomes,
quiebras mis costillas,
infectas mi trémula lágrima.

lunes, 5 de marzo de 2012

Retumba el ritmo en su plumado pecho
mientras se evaporan los sollozos del lecho
de los jilgueros melancólicos y apasionados
entre las espigas y corazones cercenados.

Clama la paloma por su vals de un paso
del amante un movimiento en falso,
por la dulzura que transformó en candor
el triste frío en corporal calor.

Y así vuelve la paloma a tratar
de un sueño imposible conciliar;
de la blanca y celestial es el sueño
con miedo entre los vapores del frío veleño.

Esta mañana he vuelto
a nuestro lugar secreto visitado
de juventud lleno y replantado
que aún habita en verde repleto,
ese grueso y grave roble
donde jóvenes e inexpertos
estampamos nuestro cuerpos
y esculpimos nuestros nombres,
rodeados del gran canal
de aguas venecianas
que nuestras bocas lavaban
en un largo vals fatal.