Asolas con conquistas la tierna luna
que en mucha seda y velloso cuero se tejió,
porque así lo quiso ella, en su cuna
así floreció y entre adornos renació
entre rojeces y luces centelleantes.
Pero piedad no tuviste
cuando clavaste tu garra animal
y como la aristócrata te erigiste
como la cabeza primaveral
que te piensas que eres.
No me conformaría a sobrevivir
a tus inoportunas sensibilidades
ni a tus atonales silencios asistir
ni a tus bajezas bajo llave,
no me conformo con sobrevivir a ti.
Aunque dardos envenenados ahora
en mi triste sien impunemente
apuñalas en incertidumbre asoladora
mientras sonríes piadosamente
no me conformo con sobrevivir a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario