domingo, 8 de enero de 2012

Asolas con conquistas la tierna luna
que en mucha seda y velloso cuero se tejió,
porque así lo quiso ella, en su cuna
así floreció y entre adornos renació
entre rojeces y luces centelleantes.

Pero piedad no tuviste
cuando clavaste tu garra animal
y como la aristócrata te erigiste
como la cabeza primaveral
que te piensas que eres.

No me conformaría a sobrevivir
a tus inoportunas sensibilidades
ni a tus atonales silencios asistir
ni a tus bajezas bajo llave,
no me conformo con sobrevivir a ti.

Aunque dardos envenenados ahora
en mi triste sien impunemente
apuñalas en incertidumbre asoladora
mientras sonríes piadosamente
no me conformo con sobrevivir a ti.

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